Como todos sabemos, la raza humana se ha visto acosada por problemas relacionados con la moral y la religión desde hace miles de años. Además, estos problemas se han desarrollado en un mundo globalizado en el que la gente común habla diferentes idiomas y viaja de un lugar a otro en diferentes épocas del año. Estas variadas influencias culturales han dificultado que todos se entiendan a nivel individual. Hoy en día, incluso las personas más religiosas del mundo siguen sin estar tan conectadas como podrían. Si combinamos esto con el hecho de que la mayoría de las personas son también consumidores de tecnología moderna, este factor por sí solo es razón suficiente para cuestionar si nuestra actual comprensión de la espiritualidad puede seguir creciendo.
La mente humana no es una gran cueva
Aunque a menudo pensamos que la mente humana es extremadamente compleja, en realidad sólo es un 10% de lo que parece. El resto se compone de hardware y software. El cerebro humano es un órgano pequeño y muy especializado que sólo puede funcionar de forma muy limitada. Sólo a lo largo de los años los científicos y los médicos han podido acceder a este pequeño ordenador y han podido desarrollar una mejor comprensión del cerebro. Sin embargo, los científicos aún tienen mucho que aprender sobre este pequeño ordenador, y todavía nos queda un largo camino por recorrer antes de tener expectativas realistas sobre sus capacidades. Para estar seguros de que entendemos bien la mente, es útil comprender lo que queremos decir cuando hablamos de ella. Hay muchas palabras que utilizamos que en realidad no son más que metáforas, que intentan transmitir diversas ideas pero que nunca llegan a comprender del todo su significado. Por ejemplo, puedes decir que tu amigo tiene un gran sentido del humor, pero que en realidad es muy serio y se toma en serio todo lo que hace. Es útil pensar en estas dos personas diferentes y entender que comparten muchas cualidades comunes.
Creencia y realidad
La mayoría de las veces, cuando hablamos de la mente humana, estamos pensando en las creencias y en la forma en que las personas las adquieren y las utilizan. Cuando hablamos de creencias, solemos referirnos a cosas como “Yo creo X” o “Tú crees Y”. Sin embargo, hay muchas otras palabras que pueden utilizarse para describir las creencias, como “evidenciadas por la investigación”, “sostenidas por la opinión de los académicos”, “observadas en la cultura”, etc. Una vez más, no se trata de restar importancia a la investigación ni de sugerir que no todo es válido o fiable. Se trata más bien de mostrar que hay muchos tipos diferentes de creencias y las formas en que las personas las adquieren y utilizan.
La naturaleza del ser
Lo más importante que hay que recordar sobre la mente humana es que es un ser vivo y que respira. Como tal, exhibe diferentes tipos de comportamientos dependiendo de la persona que la discuta. Algunos tipos de comportamiento son más evidentes que otros, por lo que resulta útil buscarlos en el diccionario. Otra cosa importante que hay que recordar es que las personas no son unidimensionales. Hay diferentes etapas de la enfermedad mental que pueden hacer que las personas muestren diferentes tipos de comportamientos, y así sucesivamente. La persona que habla puede incluso estar en un estado de pérdida de memoria leve o de “pensamiento ilusorio”, lo que significa que es muy difícil para la persona media saber con seguridad lo que la persona está pensando realmente.
Oración y práctica espiritual
Una de las cosas más importantes que cualquier persona puede hacer para conectar con la Divinidad que lleva dentro es aprender a rezar. Hay muchas formas diferentes de práctica espiritual que pueden ayudarte a acceder a esta “Divinidad”, aunque la más común es la meditación. La meditación es mucho menos obvia de lo que parece, y sin embargo es lo más importante que puedes hacer para conectar con la Divinidad que hay en ti. Hay muchas maneras diferentes de meditar, y no hay una manera que funcione para todos. En cambio, es útil probar varias formas de meditación como parte de nuestra vida y de nuestra vida de oración personal. Cuanto más te acerques a la Divinidad a la que tienes acceso, más cerca estarás de experimentarla.
Magia en el mundo de la vida cotidiana
La magia es algo con lo que todos estamos familiarizados, pero pocos son conscientes del poder que tiene en la vida cotidiana de las personas de todo el mundo. En realidad, no se puede experimentar la magia en un sentido espiritual, porque es algo cotidiano para nosotros. Sin embargo, el poder de la magia puede ser sentido por aquellos que están lo suficientemente cerca como para experimentarlo. Las resonancias magnéticas y los rayos X son dos cosas diferentes, aunque ambas pueden ser muy útiles en la vida cotidiana de la persona común.
Experiencias místicas en nuestra propia vida
Lo último que debemos olvidar son nuestras propias experiencias espirituales, dentro del esoterismo. Pueden ser las más básicas como “me encanta esto” o “esto me hace feliz”, o pueden ser cosas como “hoy me sentía mal porque me estaba quedando sin energía”, o “tengo ganas de chocolate”, o “esta canción es muy cálida”. Hay muchos tipos diferentes de experiencias que puedes cultivar si te tomas en serio la conexión con la Divinidad que hay en ti.
Conclusión
La mente humana es un órgano pequeño y altamente especializado, pero tiene mucho que ofrecer. Sólo a través de los años los científicos y los médicos han podido acceder a este pequeño ordenador y han podido desarrollar una mejor comprensión del cerebro. Sin embargo, como todos sabemos, es muy difícil hacer crecer un cerebro en un espacio reducido y con nutrientes muy limitados. Es importante aprender a utilizar la mente de forma más natural para poder acceder a este increíble conocimiento y poder.